viernes, 1 de mayo de 2009

¡Por un mundo sin barrotes!

Antigua Cárcel de Carabanchel, Madrid.
El deseo de un mundo sin barrotes no debería ser utópico, pero desgraciadamente, parece que sí lo es el conseguirlo. La desilusión o la falta de una lucha continuada, además de la fuerte oposición y juego sucio de los poderosos, hacen que el discurso de los justos y las acciones poco amigas del sistema establecido queden relegadas a la criminalización y poco más tarde, a dar con sus huesos en las cárceles de los diferentes estados.